El Jaén Paraíso Interior FS consigue imponerse por dos a seis al FSD Puertollano de Segunda División. Lo hizo en el que fue el partido más exigente que ha tenido hasta el momento el equipo jienense en su preparación para la temporada 2016/2017.
Apenas había dado tiempo a dar un pestañeo cuando Mauricinho aprovechó un balón filtrado al área para abrir la lata del partido. Antes habían tenido su ocasión los locales pero el palo de la portería defendida por Didac (durante el primer tiempo) evitó el tanto de los puertollaneros. Esa acción sería un islote en el dominio jienense que fue muy intenso en los primeros minutos. De hecho se encargó Víctor Montes, con un zapatazo soberbio, de que también en el marcador aumentase la diferencia.
Se asentaron los de Ciudad Real en partido y, aunque apenas disfrutaron de presencia ofensiva sí que consiguieron taponar la hemorragia que tenían en defensa. La posesión fue prácticamente de los jienenses durante todo el primer tiempo y de nuevo volvió a aparecer el peligro. Mauricinho fue quien hizo el tercero empujando un balón en el segundo palo después de una jugada rapidísima por la izquierda. El brasileño está demostrando durante esta pretemporada que tiene mucho gol que ofrecer a este equipo.
Con el cero a tres se llegó al descanso en un encuentro que parecía difícil que se les pudiese escapar a los de Dani Rodríguez, y eso que enfrente había todo un Segunda División. El segundo tiempo comenzó con los capitalinos también enchufados pero un descuido provocó una cesión en contra en la que Pope consiguió recortar distancias en el luminoso. Este tanto dio alas a un rival que, como ya se ha dicho anteriormente, no es moco de pavo. Lo demostró Koseki que, en un rapidísimo contragolpe, situó la ventaja de los jienenses en tan solo un tanto.
Pero las aguas volvieron a su cauce y al poco dominaba de nuevo la escuadra jaenera. Se volvió a ver a los de Dani Rodríguez con fluidez y al poco Chino lo intentaba con una doble ocasión en la que, primero el defensa y luego el portero consiguieron detener el balón a duras penas. El segundo de lo rechaces le cayó a Boyis quien, sin dejar que el balón tocase el suelo, la mondo al fondo de la red para poner en el luminoso el dos a cuatro.
Se enfangó entonces el choque de dejó de parecerse a un amistoso para tener parte de la tensión propia de los encuentros en los que hay puntos en juego. Subió la intensidad del mismo pero no se movió el marcador hasta que Campoy enganchó una volea de una en un saque de esquina a dos minutos para el final. Con los tres de ventaja parecía que se llegaría al final del encuentro pero, a apenas seis segundos del mismo, montó un contragolpe rapidísimo Aitor para acabar asistiendo a Dani Martín quien solo tuvo que empujarla.
