No pudo el Jaén Paraíso Interior FS conseguir su primera victoria fuera de casa. Cayeron los de Dani Rodríguez por tres tantos a uno ante un Pozo Murcia que sufrió de lo lindo para obtener la victoria.
Salió el Jaén Paraíso Interior FS con el ímpetu de las grandes citas y esto le permitió mirar a los ojos a uno de los colosos de la LNFS. Los primeros minutos fueron de tantéo pero la calidad de los murcianos hizo que llegara el primer gol. Preciosa la jugada que cuajaron entre Miguelín, Matteus y Lima para que finalmente este último rematase a placer con la testa. Menos mal que el tanto no menguó los ánimos de unos jienenses que siguieron con el cuchillo entre los dientes.
Trataron por todos los medios los de Dani Rodríguez igualar rápido la contienda. Pudo hacerlo Eloy con un disparo ante el que estuvo bien Rafa. Arregló, poco más tarde, el portero murciano un lío que él mismo había organizado y es que tuvo que meter una mano salvador ante el balón que le envió Buendía y que el cancerbero se había comido previamente.
Siguió presente la poca fortuna de cara a gol que está acompañando a los jaeneros este curso futbolístico ya que Boyis podría haber hecho el uno a uno con un esférico que perdieron los murcianos frente a su portería. Con defensas que se imponían una y otra vez a los ataques llegó el partido al descanso con uno a cero a favor de los murcianos.
Tras la reanudación la tónica fue la misma. Alternancia en el control del partido. Hiceron valer por momentos los murcianos su condición de locales pero a cada ataque rojillo respodieron los amarillos con otra ocasión de peligro. Corrió el marcador en un constante toma y daca en el que ninguna de las dos escuadras era capaz de imponerse a la otra. Poco a poco se subieron las líneas de presión y se perdió el miedo a la derrota. Y cuando más controlado parecían tener el encuentro los amarillos, llegó el segundo.
Tiró que llegó de la nada, desde casi el córner, con tan mala fortuna para los jienenses que, tras rebotar en Eloy Rojas, acabó colándose en propia portería. Redoblaron los tambores de la capital del Santo Reino y sus muchachos salieron a morir a la pista. Consiguieron encerrar a los murcianos en su campo y no tardó en salir a pista el portero jugador.
Con Buendía vistiendo la camiseta verde, que da derecho a usar la manos en área propia, el asedio fue total. Pudo Eloy con un disparo raso sorprender a la férrea defensa rojilla. También Buendía tuvo la suya pero tuvo que ser Dani Martín el que recortase distancias. La pegó Murga, rebotó el balón hacia arriba y sin dejarla caer la pegó Martín para inaugurar el casillero jienense. Con dos minutos para lograr el empate los jienenses apostaron a ciegas por él.
Fueron a degüello y eso les costó un par de sustos desde campo contrario y con la portería desguarnecida. La sentencia llegó a poco más de cinco segundos para el final. Contragolpe rapidísimo y miguelín que decidió a puerta vacía para poner punto y final a todo un partidazo de fútbol sala.
